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Irrespetuoso y con rabietas a las 8 años de edad

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​Pregunta:

Nuestro hijo de 8 años es un buen estudiante y recibe buenas calificaciones en la escuela, pero en la casa es extremadamente irrespetuoso y se rehúsa a escuchar o a seguir indicaciones. Siempre ha sido retador, pero últimamente se ha vuelto muy irrespetuoso y hace rabietas cuando no se sale con la suya. Durante estas rabietas, algunas veces golpea a su hermana, a mí o al gato de la familia. También avienta juguetes, azota puertas y destroza su recámara. Su padre y yo hemos tratado todo, desde quitarle los juguetes, nalgadas y tiempos fuera. Anoche, sacamos todos los juguetes de su habitación, pero él se burló de nosotros y dijo que de todas maneras él recibirá más en Navidad. Mi esposo estaba furioso y le dijo que nadie le daría regalos y envió correos electrónicos a toda la familia y les dijo que devolvieran cualquier regalo que hubieran comprado para nuestro hijo. Sé que debemos continuar, pero temo que tendremos una horrible celebración y aún más problemas por venir. Temo que lo hemos tratado como un bebé por mucho tiempo y que ahora su comportamiento está totalmente fuera de control. ¿Tienen algún consejo? ¿Deberíamos llevarlo con un consejero? Estamos muy frustrados y cansados de lidiar con sus explosiones.

Respuesta:

Gracias por contactarnos buscando ayuda con el comportamiento de su hijo. Las rabietas son a menudo el resultado de la inhabilidad del niño para expresar sus sentimientos de frustración o enojo y esto está conectado de manera cercana al desarrollo de su comunicación verbal.

Cuando la edad y el desarrollo no son un problema y las rabietas se convierten en agresividad que resulta en lesiones o incomodidad para otra persona e incluyen el golpear, poner apodos, gritar y dañar la propiedad, se aconseja algunas veces buscar ayuda profesional. Los pediatras, terapeutas, consejeros y psicólogos son las personas apropiadas para pedir ayuda.

La situación que usted describe con su esposo, que perdió el control y decidió que su hijo no recibirá ningún regalo de Navidad, fue una decisión producto del enojo, desafortunadamente, su hijo estaba en control de las emociones de su padre hasta ese punto.

Si su hijo expresa verbalmente que lamenta su comportamiento y lo demuestra al ser útil, sensible y respetuoso, usted puede considerar darle un regalo para reforzar el cambio en el comportamiento. El regalo puede ser una prenda de ropa o algo que él pueda usar para calmarse cuando se enoja, tal como un diario donde pueda expresar su enojo con palabras en papel.

Puesto que su hijo necesita que se le enseñe en muchas áreas, el aprender a controlar su enojo es el problema más importante. En un momento en que él se encuentre calmado, hable con él en referencia a su conducta fuera de control y como debería comportarse. Hágalo que pase tiempo practicando técnicas para calmarse en los momentos en que no esté enojado. Muéstrele situaciones que en el pasado lo han hecho enojar, pero pídale que le muestre lo que puede hacer en lugar de esa conducta fuera de control que ha tenido en el pasado.

Buena suerte y avísenos si hay algo más en lo que podamos ayudar.

 

 

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