Pregunta:
�Cu�l es la consecuencia apropiada por haber encontrado a mi hijo de 16 a�os fumando mariguana con su amigo? Somos una familia formada de una pareja con hijos de matrimonios previos, de clase media alta, y �l es nuestro hijo menor. Creo que �l ha estado fumando mariguana de manera ocasional por algunos meses, a pesar de que la familia le ha dicho que no lo haga.
Repuesta:
El establecer expectativas con nuestros hijos ayuda a evitar el escuchar excusas tales como: �Bueno, yo no sab�a�. Su hijo sab�a antes de comenzar a fumar mariguana, que usted expresamente le dijo que no lo hiciera. El escogio no seguir sus instrucciones. Es su trabajo como padre el informarle a su hijo que ha tomado una mala decisi�n e inmediatamente imp�ngale una consecuencia.
Usted ha dicho, que cree que su hijo ha estado fumando mariguana por varios meses. Cuando nuestros hijos rompen las reglas repetidamente sin tener consecuencias, ese comportamiento se refuerza debido a que no hacemos nada. Su hijo continuar� rompiendo esta regla hasta que usted le diga, de manera determinante, que su comportamiento �no es aceptable�.
Est� bien si usted solo sospecha una mala conducta; nueve veces de diez nuestra intuici�n de padres es correcta. La consecuencia puede ser menos severa si usted no tiene pruebas, pero debe haber una consecuencia negativa para desanimarlo a que siga por ese camino.
El tipo de consecuencia depende de la severidad de la conducta. El fumar mariguana es una conducta severa, esfu�rcese en establecer una consecuencia. Relacione esa acci�n con el �delito� lo m�s cercano posible. Si lo vuelven a descubrir fumando mariguana con un amigo, perder� el privilegio de salir con amigos sin supervisi�n. O quiz� �l deba hacer algo de investigaci�n en referencia a los efectos que tiene el consumo de mariguana y que escriba un reporte para usted.
Puesto que la confianza se ha perdido, tal vez �l tendr� que ganarse esa confianza nuevamente, pasando an�lisis de drogas en casa cuando menos se lo espere. Estos pueden comprarse en su farmacia local y no requieren de receta m�dica. Estos solo son ejemplos para utilizarse solos o en combinaci�n entre si. Lo que usted determine que le acomoda mejor, pero sea consistente. Cumpla con lo establecido.
Ahora retroceda y vuelva a ense�arle lo que espera de �l. Hable con su hijo sobre la raz�n por la cual est� fumando mariguana, y ay�dele a encontrar una conducta alternativa a la cual deba comprometerse. Por ejemplo, si el fumar mariguana es un m�todo para lidiar con el estr�s, ay�dele a buscar mejores formas de relajarse. Si lo est� haciendo por querer formar parte de un grupo, h�galo que piense en maneras de encontrar modelos a seguir m�s positivos con quien asociarse. Si �l no sabe porque lo est� haciendo, ay�delo a determinar otras maneras de manejar el aburrimiento.